Pasan…Miran…Sospechan
Allí donde la siempre coqueta Miramar parte al medio sus plazas y la urbanización turística, ella mira firme desde sus escasos años de juventud.
Como aquella vez en las escolleras cuando hubo de juntar a la muchachada.
O como esa otra, frente a la patronal que rehusaba el aumento y las condiciones mínimas de salubridad.
Como reza el homenaje, “pudo elegir cualquier cosa pero eligió militar por los demás”
Como tantas…como tantos…como los 30 mil.
A pocos metros, a nada, el bullicio, el consumo, el desdén.
Pero también las esperanzas, las convicciones, los sueños compartidos.
Este Pueblo de esta Nación tiene en cada lugar esos ojos que escrutan, interrogan, vigilan.
Un pibe pica una pelota rumbo a la playa y una abuela acomoda los bucles de su nieta rumbo a esos juegos de verano que nunca se olvidan.
Y esa mirada está allí mientras los otros pasan, miran o sospechan.
En el fondo, cierta conciencia homenajea esa vida que regaló estas libertades.